Al Faro

Ambos momentos corresponden a las dos partes más extensas: “La ventana”, la primera y más larga, y “Al Faro”, la tercera. En medio hay una segunda parte, la más breve, cuya función se explicita en el título: “Pasa el tiempo”, donde los elementos y los objetos cobran vida en trazos líricos. Eje de todo, como presencia en la misma parte y como ausencia en la tercera, es la señora Ramsay, atenta madre de familia, esposa firme, belleza madura, gran anfitriona. Una invitada, la pintora Lily Briscoe, está pintando un cuadro en que la incluye, sentada en el hueco de la ventana. Entretanto, el hijo menor de la familia ansía ir al Faro visible desde esa ventana, pero el clima parece impedirlo. En la parte final, ausentes la modelo y el impedimento climático-familiar, se consumarán el viaje y la pintura.