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La Luna y las Fogatas

Aunque la fama de Cesare Pavese solo ha trascendido en estos últimos tiempos, su producción literaria y su renombre se remontan a años atrás. Fallecido trágicamente en 1950, deja una obra vasta que abarca la poesía, la novela y el ensayo; tradujo también a los novelistas norteamericanos contemporáneos y dirigió cuidadas ediciones de escritores clásicos. Entre sus composiciones poéticas destacan Lavorare stanca, la colección de poemas que forma La terra e la morte y la última, escrita poco antes de su fallecimiento, Verrà la morte e avrà i tuoi occhi. Pero es en la novela donde más fuertemente se impone su personalidad. Al aparecer Prima che il gallo canti, el conocido crítico Giuseppe de Robertis escribió: “Sus páginas son cuanto de más humano, alto e insospechado se ha escrito después de la guerra”. Como una prolongación de este libro fue el siguiente, La bella estate, compuesto de tres narraciones independientes. En cuanto a La luna y las fogatas, hizo decir: “Es la novela más definitiva de uno de los escritores italianos más alabados y también más discutidos. Es la síntesis de toda la temática de Pavese, de todo lo que ha experimentado y sufrido; sus páginas están pobladas de tiernas o ariscas figuras femeninas, de hombres taciturnos o ensimismados (el emigrante que vuelve, el propietario rural, el guerrillero, el artesano consciente de su clase social), y de un paisaje, de una naturaleza inolvidables”. En este libro de Pavese es forzoso reconocer en una interdependencia de la vida, la narración y la poesía, todos los episodios, bellamente expuestos, del drama de los pueblos de Italia en estos últimos años.