En sus escasos años de vida, Katherine Mansfield se consolidó tempranamente como una narradora excepcional en una lengua, en la que no faltaron los grandes autores. Sus relatos son perfectas síntesis del movimiento sutil de un espíritu, captaciones precisas del imperceptible fluir de una experiencia o retratos inolvidables de un carácter. En un mundo en crisis marcado por el derrumbe de las certezas del siglo XIX, Mansfield supo rescatar las mínimas parábolas de seres agobiados por el tedio o la incertidumbre, desde una perspectiva novedosamente femenina. Ligadas a la época en que le tocó vivir a su autora, estas historias seleccionadas y traducidas por Delia Pasini nos interpelan con la poesía siempre actual de aquello que es capaz de revelarse en la fugacidad del instante.