
García Lorca, Federico





Poesía completa
Celebrando ya el ochenta aniversario de la muerte de su creador, celebrando el I aniversario de su nacimiento, la obra de Lorca sigue asombrando, conmoviendo e interpretando al mundo con la misma fuerza y la misma frescura de siempre.
Introducción: Miguel García - Posada
Prólogos: Gabriel Cerviño y Luis Martínez Cuitiño
Epílogo: Guillermo de Torre
Dibujos del autor

Teatro completo
Federico García Locra es, fue, el artista provocativo de Granada de España, de la Generación del 27. Activo, prolífico, sociable, íntimo y apasionado, sus escritos, dibujos y canciones no se desentienden de sus actitudes y de sus cualidades.
Presentación: Jorge Dubatti
Introducción: Guillermo de Torre
Carta a Gonzalo Losada: Federico García

Bodas de sangre
El valor vivo de Federico García Lorca, su raro acierto, está en la reinvención de un estilo dramático y en la manera como, superando toda atadura, cualquier localismo geográfico, eleva la acción trágica a un plano universal. Lo primero se advierte en el modo verbal, o en el habla de los personajes, en la frescura e imaginismo de los diálogos. De ahí la maravillosa sobriedad ejemplar que trasluce en Bodas de sangre, la calidad diamantina de un diálogo recortado, bruñido, que da siempre en el blanco.
Prólogo y notas de Luis Martínez Cuitiño

La zapatera prodigiosa. Primeras canciones. Seis poemas galegos
La zapatera prodigiosa, contrariamente a Yerma, viene a ser un intermedio, un “divertimento”, pero de la más fina calidad. Corresponde a la modalidad de lo que pudiéramos llamar “teatro de cámara” y, en efecto, su origen fue éste, ya que se estrenó en el Club Anfistora de Madrid, en 1930.
Prodigio de imaginería andaluza, la poesía lorquiana de Primeras canciones y Seis poemas galegos nos estremece por su gracia y su ritmo inimitable.

Doña Rosita la soltera
Federico García Lorca (1898-1936) llamó a esta obra “poema granadino del novecientos”. Enamorada de su primo, Rosita espera su vuelta –tras una partida acompañada de promesas y juramentos– para casarse. Pasan quince años, y espera; pasan veinticinco años, y espera…
El autor ha logrado captar con emoción la vida recoleta de su Granada: el aire casi impalpable, el agua en la fuente, los nombres queridos de las callejas y plazuelas.
Prólogo y notas de Luis Martínez Cuitiño