Acerca del tango

Desde que en 1917 se estrenó Mi noche triste, la palabra dejó de ser un ornamento más o menos episódico del tango para convertirse en uno de sus atractivos fundamentales. Propició la figura del cantor y, sobre todo, fue construyendo una mirada sensible a los más diversos aspectos de la vida de la gran ciudad y de la existencia en general.

Oscar del Priore (Buenos Aires, 1944) es uno de los mayores estudiosos del tango. Se consagró como tal a los 16 años, al resultar ganador en el famoso programa televisivo de preguntas y respuestas Odol Pregunta.

Las pinceladas príncipes de este vasto óleo del tango son unos atesorados y humildes momentos de mi ayer; soy ese niño asaltado por las ensoñaciones logradas en su alma por Rubén Darío, Julio Verne, Paul Verlaine y Florencio Sánchez, a los que he aprendido a leer por mi cuenta descifrando los carteles de los comercios callejeros.

Los cantores de tango han sido una especie de héroes durante mucho tiempo. Aplaudidos, admirados, fueron los voceros de la emoción de Buenos Aires. 

Estas páginas vienen a cubrir la necesidad que más de un lector habrá sentido, al poner a su alcance la maravillosa poesía de HÉCTOR GAGLIARDI, por fin reunida en una edición integral. Nunca antes se había confeccionado un volumen que congregara los cinco libros originales; aquellos cinco poemarios de “versos humildes que llegan al corazón”, como decían sus contratapas, y que fueron agotándose y reimprimiéndose durante décadas.