Doña Rosita la soltera
Federico García Lorca (1898-1936) llamó a esta obra “poema granadino del novecientos”. Enamorada de su primo, Rosita espera su vuelta –tras una partida acompañada de promesas y juramentos– para casarse. Pasan quince años, y espera; pasan veinticinco años, y espera…
El autor ha logrado captar con emoción la vida recoleta de su Granada: el aire casi impalpable, el agua en la fuente, los nombres queridos de las callejas y plazuelas.
Prólogo y notas de Luis Martínez Cuitiño