La figura de Antígona, plena de dramaticidad, ha despertado a través del tiempo el interés del público, de la gente de teatro, de grandes pensadores y de varios dramaturgos que escribieron sus propias versiones.
La traducción del griego, a cargo de Pablo Ingberg, procura un equilibrio entre el respeto a la poética verbal de Sófocles, la fluidez conversacional del teatro y el ritmo del verso. La introducción está centrada en el interés teatral y poético de la obra, y las numerosas notas ponen a disposición del lector elementos que le permitan seguir más fácilmente el texto y sus características.