La personalidad literaria de Norah Lange está asociada a la generación innovadora de Martín Fierro, en cuya revista colaboró destacadamente. De este momento datan sus primeros libros poéticos como, por ejemplo, La calle de la tarde.
Posteriormente, Norah Lange abordó asimismo la prosa y en este aspecto sus novelas Personas en la sala, Antes que mueran y Los dos retratos —publicadas estas dos últimas por la editorial Losada— alcanzaron la consagración de la crítica y del público. Pero quizás su libro más expresivo continúe siendo Cuadernos de infancia, cuya novena edición en la editorial Losada —sin contar otras dos aparecidas en otras casas— publica la Biblioteca Clásica y Contemporánea. Trátase, como ya lo sugiere su título, de una delicada introspección autobiográfica hecha con una técnica experta y una sutilísima graduación de matices, en una serie de capítulos dotados de una inefable y poderosa sugestión.