Skip to content

Diario de un aspirante a santo

En toda novela, y en la novela-diario en particular, no es solamente lo que escribe el narrador (criatura ficticia) lo que otorga a la obra su verdad, es también el público —ficticio— para quien él escribe. A este respecto Diario de un aspirante a santo resulta ejemplar.

El 7 de enero, aniversario de su nacimiento, Luis Salavin decide transformar totalmente su vida y comienza a escribir un diario. De carácter desconfiado, sin muchos amigos, Salavin busca el alivio en la introspección, y un diario le permitirá narrarse a sí mismo. Después de ser el propio Salavin, representará igualmente otros papeles: será el testigo de su tentativa de elevación, ¡querrá transformarse en santo!

En esta memorable novela predominan el sentido espiritual, el matiz filosófico, la reflexión moral, la sensibilidad artística, la brillantez y la pureza de la prosa. Georges Duhamel fue un gran pintor realista y un delicado psicólogo.