Maksim Gorki, el más importante escritor revolucionario ruso, evoca en Días de infancia la vida de los proletarios en el antiguo imperio zarista. No es este libro maravilloso una autobiografía vulgar, sino el más profundo y magistral análisis de múltiples existencias que se cruzan y se unen en un común afán de superación.
Traducción de Emanuel Martínez Andrade
Maksim Gorki (1868-1936) pertenecía a una familia muy pobre y su formación arrancó del contacto directo con la vida, desde una infancia dura y cruel hasta la práctica de los más diversos oficios. En el mundo de los oprimidos, su genio supo encontrar siempre el impulso de una humanidad nunca derrotada. De 1906 a 1913 residió en Italia. Durante su estadía de unos meses en EE.UU., en 1906, escribió La madre. En 1913, volvió a Rusia; a pesar de su amistad con Lenin, sus posiciones críticas sobre el nuevo régimen lo llevaron a abandonar el país en 1921. En 1928, regresó a la URSS y colaboró en la reorganización cultural.