El antro de las ninfas en la Odisea es el único espécimen que ha llegado completo hasta nuestros días de un género muy popular en aquella época: el comentario alegórico. Constituye, en este sentido, un testimonio invaluable. Allí Porfirio toma diez versos del poema homérico y los desmenuza, convencido de que constituyen una alegoría deliberada que refiere a los temas más capitales tratados por la tradición filosófico-literaria griega.
Los Puntos de partida hacia los inteligibles, obra traducida aquí por primera vez al castellano, conforman un diestro resumen de los temas centrales que aparecen en las Enéadas de Plotino. Discípulo, editor y comentador de este gran filósofo neoplatónico, Porfirio acomete la difícil tarea de resumir y sintetizar en cuarenta y cuatro sentencias las intrincadas argumentaciones de su maestro. La intención última del autor en ambos textos es enaltecer y sistematizar una tradición de pensamiento milenaria, cuya supervivencia, según él mismo y según un gran número de intelectuales paganos de aquel tumultuoso período, estaba en jaque ante la creciente influencia del cristianismo.