A una ciudad del Peloponeso durante la guerra de la Independencia griega, llega un pequeño barco pirata comandado por el terrible Starkos para vender esclavos. Paralelamente, Hadjine Elizundo, la hermosa hija del banquero local, enriquecido gracias a la piratería, conoce al teniente francés Henry d’Albaret, quien se repone de una herida de guerra en la que participa colaborando con los griegos; ambos se enamoran y deciden casarse. El padre banquero acepta la boda de su hija con el marino, pero el pirata Starkos se opone y exige, a su vez, que Elizundo le entregue la mano de su hija, bajo la amenaza de revelar sus turbios negocios.
La muerte del banquero libera a Hadjine de su compromiso con el pirata, pero ella también rompe el compromiso con el teniente francés y decide dedicarse a enmendar los errores cometidos por su padre. Por su parte, Henry d’Albaret, una vez recuperado, regresa a la guerra y es allí donde Verne nos brinda un sorpresivo final.