Esopo, Fedro, La Fontaine, Iriarte y Samaniego fueron los fabulistas célebres que imprimieron al género, en un lapso que abarca más de veinte siglos, sus características propias, no sujetas a los vaivenes del género literario.
Esopo, el padre de la fábula, nació en Frigia a mediados del siglo VI a. C. La fábula esópica, que se caracteriza por la habilidad y la argucia de la creación de los temas, ha servido de modelo a todos los fabulistas de la antigüedad y de los tiempos modernos.