Skip to content

La carta al padre

Esta carta de Kafka de 1919 bien podría ser una carta de ficción, atribuida a cualquiera de sus grandes personajes, a K., por ejemplo, protagonista de El proceso y de El castillo que, en rigor, no son otra cosa que cartas íntimas transmutadas, alegatos dirigidos a una instancia inalcanzable. Vista así, también esta carta al padre, personal y directa, es una de sus tantas configuraciones, más densa y visceral que otras, del trámite que es la vida. No llegó nunca a su pretendido destino: ser entregada al padre, por mediación de la madre. Es posible que Kafka esperara de la carta algún efecto mágico, una especie de reconciliación; seguro es que, después de habérsela devuelto la madre sin atreverse a darle curso, siguió abrigando esperanzas de poder entregarla algún día. Y ahora esta carta afronta en el mundo el destino de la divulgación, extraño a su esencia. Para un conocedor de Kafka, esta historia de su carta respira, como ella misma, la atmósfera de sus grandes ficciones; es como un andamio para edificar uno de sus cuentos.

El volumen incluye, además, los tres primeros libros publicados por el autor en 1913: Contemplación, La condena y El fogonero.

 

Material relacionado