Nicolás Guillén (1902-1986), nacido y muerto en Cuba, creó una poesía de un desbordante contenido humano. En la línea de la llamada “poesía negra”, la suya tiene un profundo carácter nacional que, desde Motivos de son (1930) hasta La paloma de vuelo popular (1959), expresa la cálida atmósfera del mundo caribe, con un ritmo inimitable, que lo sitúa entre los grandes poetas de la lengua. “Por lo pronto, el espíritu de Cuba es mestizo —señaló Guillén—; algún día se dirá color cubano”.