Antes que dos momentos, noche y día son para la poesía estancias donde la imaginación se atreve a formular ciertas preguntas. Lugares de la sensibilidad, ocasiones para la perplejidad feliz desde la cual es posible conjugar el verbo carpere. Y el verso es, en este nuevo libro de Arturo Carrera, la fina red capaz de apresar de tanto en tanto la fosforescencia del sentido en medio de la fuga de las horas.
Amor, infancia, paternidad, deseo vuelven a conjugarse aquí en un cancionero donde el blanco de la página dice su intermitencia de silencio, mientras cultura y naturaleza se encuentran en la voz insomne del poeta.
En Noche y Día, Carrera continúa el admirable viaje autobiográfico de sus últimos libros. Pero, como toda gran autobiografía, encuentra sus certificados en los ecos más extraños de otras tradiciones y en las huellas más ínfimas del paisaje.
Tal vez porque, como dice César Aira en el epílogo de este libro, “las preguntas en la poesía de Carrera nunca se responden con un ‘sí’ o un ‘no’ porque esos trajinados monosílabos quedan debajo del impávido avance de la felicidad”.