El pedagogo brasileño Antonio Carlos Gomes Da Costa tiene una amplia experiencia en el campo de la enseñanza, a la vez que se ha destacado como dirigente y técnico en el área de las políticas públicas para la infancia y la juventud. Ha prestado servicios en Secretarías del Estado, UNICEF y OIT, y otras entidades gubernamentales.
También es autor de varios trabajos sobre la atención, promoción y defensa de los derechos de la población infanto-juvenil.
Pedagogía de la presencia sintetiza magistralmente, a través de breves y punzantes capítulos, sus principales principios pedagógicos mediante una propuesta socioeducativa (de re-conocimiento) para jóvenes infractores.
Emilio García Méndez, en su prólogo, califica a este libro “como una obra pionera y excepcional de la cultura latinoamericana”. Como toda obra de esta naturaleza, admite varias lecturas e interpretaciones múltiples. Aunque una lectura superficial tendería a colocarla como una consecuencia del enorme proceso de movilización social en el campo de los derechos de la infancia que se desarrolló en Brasil en los últimos años, creo, por el contrario, que las ideas contenidas en este libro son parte decisiva de las causas de este proceso.
“En el difícil y muchas veces estrecho espacio existente entre la subordinación de cualquier cambio a las transformaciones estructurales y el pragmatismo inmediatista, Antonio Carlos construye un territorio para el diálogo; un lugar donde educandos y educadores en circunstancias especialmente difíciles enfrenten el desafío de la libertad en la más paradojal de las situaciones: privados de libertad. Uno, el educando, privado de la más elemental de las libertades; el otro, el educador, privado de las razones para entender la libertad.
Pedagogía de la presencia es un catálogo de razones para entender la libertad”.