Pericles, príncipe de Tiro es la primera obra del ciclo final que culminaría con La tempestad, en el que reina el mundo de lo maravilloso propio de los libros de aventuras (romances) sobre el trasfondo de los mitos esenciales de la experiencia humana (nacimiento y muerte, amor y pérdida, sufrimiento y regeneración). El largo itinerario del protagonista confluye en la que, según T. S. Eliot, es la mejor escena de anagnórisis jamás escrita.