Almafuerte (Pedro B. Palacios), nacido en San Justo, provincia de Buenos Aires, en 1854 y muerto en La Plata en 1917, acaso sea una de las voces más populares de la poesía argentina, cuya ética marcó a varias generaciones de lectores, sin perder nunca actualidad. Su tono admonitorio y profético, de inspiración bíblica, con caudalosa vertiente social y humana, mereció los más altos elogios que poeta alguno haya tenido en el país. Esta edición de sus Poesías completas cuenta con una ejemplar exégesis de Rubén Darío, el padre del modernismo, donde señala que el autor “desnuda su alma, con el orgullo de quien sabe que es blanca, intacta y hermosa”, y celebra “su vuelo sobre la general mediocridad, la manifestación de su pensamiento libre y propio”.