Los sátiros son seres animalescos, en los que la forma humana se combina con vello abundante, pezuñas, orejas y cola de caballo o de cabra y falo erecto en signo de su lubricidad; son cobardes, borrachos, mentirosos, haraganes, libidinosos.
En este caso, Eurípides toma una leyenda indoeuropea con la figura de un monstruo antropófago de un solo ojo, el ciclope Polifemo (preservada por Homero en el canto IX de la Odisea), la reelabora dramáticamente y la utiliza para referirse a la relación entre la ley y el capricho, entre la civilización y la barbarie: Polifemo, un monstruo que desconoce toda ley social y se rige por el deseo personal, llegando incluso al canibalismo, es castigado por un “héroe civilizado”, Odiseo, quien le señala con su castigo el exceso cometido; pero ¿hay también barbarie en la civilización?