Si bien ser abuela parece haber sido desde siempre la continuación natural de ser madre, ser abuelo es hoy una situación nueva para los hombres. Hasta no hace muchos años, abuelo era casi un título honorífico que ostentaba quien podía recibir la visita de los nietos los domingos, hacerles regalos de Navidad y, a cambio, ser respetado, e incluso a veces temido. Ahora a ellos les toca hacerse cargo de los nietos a la par de las abuelas, sin tener idea, muchas veces, de cómo hacerlo.
Francesco Tonucci es un abuelo feliz desde hace muchos años. Y como su alter ego, Frato, retrata en clave de caricatura, en las viñetas satíricas que componen el cuerpo principal de este libro, las diversas facetas de la delicada, complicada y en ocasiones risible relación que existe hoy entre nietos y abuelos.
Esta mirada se completa con veinte ilustraciones donde el autor revela el secreto de unos juegos sencillos, accesibles y que no cuestan dinero, con los que él mismo se divirtió cuando era un niño, y los obsequia a los chicos supertecnológicos de hoy —abiertos a las sorpresas, al fin y al cabo—, seguro de que podrán divertirse con ellos.