T. S. Eliot se atrevió a calificar como el mayor logro artístico de Shakespeare esta última de sus tragedias romanas, admirada también por Coleridge y Brecht, e inspirada en una historia (legendaria) narrada por Plutarco. Coriolano es un guerrero sobrehumano y un aristócrata radical e inhumano. Su inflexibilidad lo lleva a la tragedia, no sin amenazar la subsistencia de Roma. El conflicto entre patricios y plebeyos ha dado lugar a puestas en escena con muy diversas perspectivas ideológicas.