Pero el juez no habrá de pronunciar su veredicto. Esta obra de Pedro Abelardo, el célebre y combatido filósofo del siglo XII, nos ha llegado inconclusa. Tal vez es mejor así, porque su mismo planteo es el de una tarea inacabable.
Más allá de las categorías en las que está concebida, propias de la Edad Media, este diálogo nos propone el desafío de la convivencia, el sueño de la unidad en la diversidad, el rigor de una razón que no renuncia a la verdad, la necesidad de la virtud.
Cada lector escribirá ese dictamen pendiente.
Silvia Magnavacca es profesora regular asociada en Filosofía Medieval de la Universidad de Buenos Aires. Es autora de tres ensayos y ha publicado sobre temas de su especialidad, la transición Edad Media-Renacimiento, diversos artículos en revistas nacionales y extranjeras.