Antonin Artaud (Marsella, 1896 – Ivry-sur-Seine, 1948) fue uno de los artistas más prolíficos, polémicos y renovadores de la primera mitad del siglo XX.
Si bien sus facetas más conocidas, tanto de su vida como de su obra, están relacionadas con el mundo teatral y el literario —fue famoso por su propuesta del “teatro de la crueldad”; su vínculo con el surrealismo; su poesía incendiaria y su locura vertiginosa—, pocos han tomado en cuenta su cercana relación con el cine, una relación que lo llevó tanto al apasionamiento como al desencanto.