Los seis relatos que componen este volumen son quizá los ejemplos más perfectos de poesía narrativa que Camus nos ha dejado. Animados, y al mismo tiempo acechados, por ese soplo terrible del desierto nordafricano que presidió la formación del escritor, aun cuando este traspasa ese influjo a una metafórica selva sudamericana.
Estos relatos de inquietud existencial y moral aparecen encarnados en una prosa cuya precisión y elegancia pertenecen a la tradición clásica de las letras francesas, y brilla en ellos el intenso estilo de quien fue indiscutido maestro hacia la mitad del siglo por su teatro (El malentendido, Calígula), sus ensayos (El hombre rebelde, El mito de Sisifo, El revés y el derecho), su ficción (El extranjero, La caída, La peste). Algunos de los relatos de este volumen son desesperanzadas y punzantes parábolas que resumen la grandeza y la miseria de la condición humana.