Poeta hindú, pintor, humanista, patriota y educador son los principales títulos que caracterizan a Rabindranath Tagore (Calcuta 1861-1941). Desde muy joven empezó a publicar versos admirables, recibiendo el sobrenombre de “Shelley bengalí”. En 1901, fundó la famosa Escuela de Shantiniketán, en Bolpur, Bengala, que hoy se llama Escuela de Visva Bharati. Su credo religioso fue, ante todo, humanista. Al contrario de Kipling, creía que el este y el oeste no son enemigos irreconciliables y pueden entenderse. Su obra poética posee las cualidades más altas, una gran hermosura y una acendrada pureza. Tales virtudes son perfectamente asequibles, no obstante la distancia de idiomas, a los lectores castellanos, porque Tagore ha tenido la fortuna de encontrar un traductor excepcional a nuestra lengua: Zenobia Camprubí, secundada por su marido el gran poeta Juan Ramón Jiménez. Rabindranath Tagore, que viajó mucho recorriendo Europa, Asia y América del Norte, estuvo también hace años en la Argentina. Su reconocimiento mundial culminó con el Premio Nobel, que le fue conferido en 1913 y de cuyo importe el poeta hizo íntegra donación a la Escuela de Shantiniketán.