La obra tuvo y sigue teniendo gran resonancia, ya por la originalidad del tema argumental, ya por despertar la acuciante curiosidad del lector, quien pretende ver reflejada en la vida de Dorian, la del mismo Wilde. Pero, trascendiendo la anécdota, la novela es modelo del género, puesto que la riqueza fantástica halla su expresión cabal en un estilo luminoso y refinado, y la paradoja regula materia y palabra.