Esopo, Fedro, La Fontaine, Iriarte y Samaniego fueron los fabulistas célebres que imprimieron al género, en un lapso que abarca más de veinte siglos, sus características propias, no sujetas a los vaivenes del género literario.
Las Fábulas morales de Félix María de Samaniego (1781-1801) se caracterizan por su vivacidad y soltura, buen gusto y mesura, y por la agilidad en el tono y en la rima.