La comedia filosófica La vida es sueño (1636) trata de la creación más lograda del madrileño Pedro Calderón de la Barca (1600-1681). Es resultado de la plasmación barroca de una clara convicción: la de la fugacidad de todo lo terreno. En la filosofía de esta comedia, no queda ni siquiera el recuerdo, la añoranza de las cosas reales. Todo es humo, nada, vana ilusión inaprehensible.