Tres piezas fundamentales de Heiner Müller, uno de los mayores dramaturgos en lengua alemana: Máquina Hamlet (1977), Cuarteto (1980) y Medeamaterial (1982), admirablemente traducidas por Gabriela Massuh y por Claudia Baricco.
Máquina Hamlet es una reducción radical del gran drama shakespeareano, que arroja una mirada feroz sobre la real politik contemporánea. Cuarteto, a través de la duplicación escénica de los célebres protagonistas de Las relaciones peligrosas, realiza una crítica de la violencia política y de la victimización del otro. Medeamaterial propone un desglose no menos drástico de la tragedia de Eurípides para reflexionar crudamente sobre los efectos de la autodestrucción a la que la humanidad se somete a través de la historia.
Müller extrema las posibilidades de su dramaturgia a partir del desmantelamiento del teatro de diálogo tradicional y de la irrupción de extensos monólogos cargados de resonancias oníricas. Pero, por sobre todas las cosas, despliega una propuesta que continúa ejerciendo una influencia decisiva en las artes escénicas.