
En Mar muerto, el lirismo se hace agudo instrumento para profundizar en el alma de la gente que habita esa ciudad, sufrida y alegre a la vez. Hay algo de sutil e imponderable en esta obra, como si la presencia del mar que rodea la aventura de estas vidas transmitiera de por sí el hondo tono lírico, su encanto poético más hondo.