Fiódor Dostoievski (1821-1881) publicó Memorias del subsuelo en 1864. Escrita en forma de monólogo, la obra contiene una idea rectora del escritor ruso: que el alma es irracional y ningún saber puede sustituirla y que, por esto, la entidad humana es una entidad de valor absoluto.
“Con Memorias del subsuelo empezó la época de los ‘problemas malditos’, la época de la psicología de la profundidad, del individualismo subterráneo y rebelde, que se separa de toda forma constituida del ser, la época del polo opuesto y del rebelde colectivismo amorfo”, escribió Nikolai Berdiaev.