Gabriela Mistral nació en Vicuña (Chile) en 1889 y murió en Nueva York en 1957. Su obra, ya poética o en prosa, se muestra de carácter profundamente latinoamericano, con especial referencia a su lejana patria. Apegada la memoria a su terruño natal, se expresa con vívida emoción con referencia a los dolidos de la tierra, ahonda en sus emociones más íntimas —el recuerdo de la madre—, y se vuelca en un tierno amor a los niños, que marcan su profunda vocación de poeta y de educadora. Como tal se estuvo desempeñando en los Estados Unidos. El otorgamiento del Premio Nobel de Literatura en 1945 sirvió para universalizar un prestigio literario que los lectores de su propia lengua habían conferido a esta gran poetisa desde la publicación de su primer poemario, Desolación, que alcanza su tono más intenso en Tala, donde despliega con plena madurez y dominio estilístico esos temas.