La importancia de este texto difícilmente pueda ser exagerada: muchos de los temas que trata, como cuáles son las condiciones de una opinión bien fundada, cuáles son los requisitos que debe reunir un conocimiento genuino, qué es pensar y opinar, o la relevancia que tiene mantener la coherencia del discurso y el valor de la refutación en el proceso del movimiento que va de la ignorancia al saber, conservan actualmente una extraordinaria vigencia, tanto para el filósofo profesional como para cualquier persona interesada en estas cuestiones.