Ni las biografías ni la historia hablan de la individualidad de los hombres, sólo dan fechas e ideas. Y lo que le interesa a Marcel Schwob es justamente aquello que esquiva toda generalización, lo azaroso, lo raro, las extravagancias humanas.
El ejemplar prólogo del propio autor expone esta diferencia y los motivos de su libro. “Los protagonistas son reales; los hechos pueden ser fabulosos y no pocas veces fantásticos. El sabor peculiar de este volumen está en ese vaivén”, escribió Borges, que nunca negó la influencia de estas Vidas imaginarias en su Historia universal de la infamia.