La llamada de lo salvaje (1903) es una de las primeras grandes novelas de Jack London. En ella, el autor revela su fe en el evolucionismo biológico y en la omnipotencia del ambiente.
Jack London trasladó a las páginas de esta fantástica y polémica narración la desordenada energía que caracterizó su vida, y a la vez un tormento individual que adquirió en él un carácter nietzscheano y marxista al mismo tiempo.
El novelista estadounidense John Griffith Chaney, conocido como Jack London, (1876-1916) inició tempranamente una breve existencia aventurera que lo llevó a embarcar hacia el Japón, en 1893, y a una incursión en el Klondike, en 1847, llevado por la fiebre del oro. Fue corresponsal en la guerra ruso-japonesa (1905); de una estadía en Londres surgió La gente del abismo (1903), reflejo fiel de la mísera vida en los suburbios; pero mayor fama le propiciaron sus novelas de aventuras como La llamada de la selva (1903) y Colmillo blanco (1906), además de la autobiografía Martin Eden (1909). Otros valiosos textos surgieron de sus experiencias marinas.