No hay puerta
Con su prosa exuberante, imprevisibles cambios de ritmo y una exaltación apasionada, No hay puerta constituye el mejor ejemplo de la tensión expresiva y del estilo torrencial de Wolfe.
Traducción de Luis Echávarri
Con su prosa exuberante, imprevisibles cambios de ritmo y una exaltación apasionada, No hay puerta constituye el mejor ejemplo de la tensión expresiva y del estilo torrencial de Wolfe.
Traducción de Luis Echávarri
Esta selección de relatos abarca casi toda la extensión de la vida literaria de Virginia Woolf, pues incluye “La marca en la pared” (1917), “Una novela no escrita” (1920), “Objetos sólidos” (1920), “La dama en el espejo” (1929) y “Lappin y Lapinova” (1939).
Prólogo, traducción y notas de Pablo Ingberg
El realismo cruel expresado en Casa de tristeza –un prostíbulo–, se vuelve satírico. Y la hondura del mundo reflejado justifica el calificativo de dostoievskianas con que, algunos críticos, han calificado estas páginas de Franz Werfel.
Traducción de Luis de Vivar
Los Cuentos crueles son –según el crítico André Lebois– “flores intoxicantes y esplendorosas, abiertas en los jardines de la literatura fantástica”.
Traducción y notas de Cristina Piña
“En todas partes del mundo hay devotos de Marcel Schwob que constituyen pequeñas sociedades secretas. No buscó la fama; escribió deliberadamente para los happy few, para los menos”, apuntó Jorge Luis Borges.
Traducción y notas Cristina Piña
En su tiempo El arte de amar suscitó no poco escándalo. De los tres libros, los dos primeros enseñan a los hombres cómo se conquista a las mujeres; el tercero instruye a las mujeres para que sepan mantener fieles a ellas los corazones de los hombres.
Traducción de Fernando de la Torre
En los estremecedores cuentos de Lovecraft que se incluyen en este volumen, pueden advertirse las huellas de dos generadores clave de su obra: la vida y el sueño.
Traducción de Elvio E. Gandolfo
Los relatos de Lawrence reflejan la compleja vida interior de personajes que enfrentan momentos decisivos. En “Aroma de crisantemos” (1911), una tragedia obliga a una mujer a asumir que nunca conoció a su marido; en “El ciego” (1920), un hombre, cegado en la Primera Guerra Mundial, descubre una serenidad inesperada.
Noticia preliminar, traducción y notas de Pablo Ingberg
Según la opinión unánime de los estudiosos de D. H. Lawrence, donde acierta, plena y literariamente, es en las obras de cortas dimensiones, como en éstas: Isla, isla mía… y El oficial prusiano.
Traducción de Leonor de Acevedo de Borges
Prólogo de Guillermo de Torre
Ilustraciones de Attilio Rossi