Congregadas bajo el denominador común del género cómico, las farsas y comedias de Molière fueron un instrumento de crítica al mundo de su época. Irónico, mordaz, el dramaturgo y actor francés condena en Don Juan los vicios del cinismo y la hipocresía, creando un personaje inolvidable que ha sido interpretado por los más destacados actores de la historia del teatro. Otro gran dramaturgo, Bertolt Brecht, definió al Don Juan como el portador de un mensaje revolucionario que se demora en ser integralmente leído.