Son las fabulosas criaturas las que se horrorizan por las costumbres occidentales, dejando a salvo al autor de la censura que se ejercía en esa época. Escrito hace más de 280 años, este libro tiene la vigencia que sólo pueden ostentar los clásicos de la literatura: el humor, la crítica a los políticos, la preocupación social, la ironía acerba del poder, en fin, el escepticismo sobre el género humano lo convierten en un admirable texto.