Pedro Salinas (1891-1951) da comienzo a su labor poética con la publicación, en 1923, de Presagios, libro de acento muy personal que situó de inmediato su nombre entre los primeros de la nueva generación española. Las obras que le siguieron, Seguro azar, Fábula y signo, afianzaron su prestigio, que se hizo aún mas extenso y ya indiscutible con La voz a ti debida –su obra definitiva, que publicó en 1934–, de imponente plenitud lírica, y Razón de amor (1936).